Preguntas frecuentes

Un volcán es una estructura geológica situada en la superficie terrestre, se encuentra formada por la acumulación de materiales que provienen del interior de la Tierra.

Es una medida relativa de la explosividad de las erupciones volcánicas, para su cuantificación se utiliza el volumen de los productos expulsados y la altura de la columna eruptiva.

Los peligros volcánicos son los productos o manifestaciones generadas por la actividad volcánica que son capaces de impactar en la actividad humana causando hasta la muerte, destruir infraestructura y medios de sustento. Las grandes erupciones explosivas pueden poner en peligro a la población y a las propiedades incluso a cientos de kilómetros de distancia y afectar al clima global.

Columnas y nubes eruptivas (ceniza a bombas), gases volcánicos, flujos y domos de lava, flujos piroclásticos y oleadas piroclásticas, deslizamientos y avalanchas volcánicas y en el caso de Guatemala, lahares en época de lluvia.

Según el Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH), Guatemala cuenta con 43 estructuras consideradas como volcanes. Bohnenberger, además señala que existen 324 focos eruptivos la gran mayoría representados por pequeños conos cineríticos y de lava que presentaron actividad únicamente durante su formación ubicados en el suroriente del país, este conteo incluye algunos estratovolcanes y no se incluyeron tres volcanes citados por Sapper (1925): Lacandón, Zunil y Santo Tomás, que se consideran formas erosivas de rocas volcánicas más antiguas

Según el Instituto Smithsoniano, se entiende por volcán activo aquel que presenta o ha presentado algún tipo de actividad eruptiva durante el Holoceno, es decir, durante los últimos 10000 años y que tiene posibilidad de reactivarse. Esta clasificación señala que en Guatemala por lo menos existen 25 volcanes que se pueden considerar como volcanes activos.

No, las erupciones no se pueden pronosticar. Actualmente, se utilizan muchas técnicas de monitoreo volcánico las cuales dan indicios de los cambios que puede presentar la actividad volcánica e inclusive este monitoreo nos puede dar una aproximación a los cambios explosivos que son el inicio de una erupción; sin embargo, no se puede conocer si estos cambios generarán una erupción y mucho menos el tamaño de la erupción.